Calorías culturales

calorías culturales
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ESTAMOS EN NAVIDADES Y ALGUNOS TENEMOS UNAS MERECIDAS, AUNQUE BREVES, VACACIONES. Se estima que solemos comer más de 2000 kcal en las cenas o comidas de los días más señalados (Nochebuena, Navidad, Día de los Reyes Magos, etc.), por no hablar de los dulces, el alcohol, etc. ¿Debemos dejarnos llevar por esa inercia? ¿Hasta qué punto es debido a la cultura? Me centraré más en recomendar hábitos nutricionales que en nuestra conducta social o grupal durante estas fechas.

 

Los hechos

La verdad sea dicha, somos seres sociales, para lo bueno y para lo malo. No concebimos pasar buenos momentos en compañía de las personas que más nos importan sin comer o beber algo; y eso sucede en la mayoría de las culturas. Ya sea por origen religioso, supersticioso o tradicional, no perdemos la oportunidad de celebrar cualquier cosa: los partidos de fútbol con cervezas y algo para picar; san Valentín con bombones, botella de vino y cena romántica; la Semana Santa con sus tradicionales torrijas… y llegan las Navidades con sus turrones, mantecados, panetones, roscones de Reyes, copitas de anís, cava, patas de cordero, mariscos de todo tipo (quienes puedan permitírselo), etc.

 

Lo que nos contamos. Artistas de la disonancia cognitiva

¿Y qué nos decimos para tranquilizar nuestras conciencias? Tendemos a aliviar esas disonancias cognitivas con frases manidas del tipo: «Solo son unos días», «Después de las fiestas me pongo a dieta/me apunto a un gimnasio», «Siempre se ha hecho así», «Hay que darle alegría al body», etc.

Hasta yo he llegado a decir frases por el estilo —también soy un animal social (eso espero)— pero eso no me impide ser cada vez más crítico al respecto: «¿Por qué gastar tantísimo dinero en comida durante estas fechas? ¿Por qué empezar a comer turrones y mantecados ya desde el mes de octubre? ¿Por qué emborracharse en Nochevieja? ¿Por qué venden roscón de Reyes antes de diciembre?  …»

¿Sabías que ingieres más de 100 kcal por cada mantecado o polvorón (se distinguen por su forma, únicamente)? ¿O más de 70 kcal por cada trozo de turrón de chocolate? Esa copita de anís tiene más de 100 kcal y ese cóctel de gambas, alrededor de 400 kcal, y eso que se trata tan solo de un entrante. Ten en cuenta que una persona de 90 kg pierde unas 100 kcal por media de hora de paseo; en cambio, en menos de 10 minutos podemos devorar cientos de calorías. Considerando que engordamos cuando ingerimos más de lo que gastamos durante el día y de lo que quema nuestro metabolismo basal (en reposo), ¿te cuadran los números? ¿Cuántas horas de ejercicio necesitarás para quemar todo ese tsunami tocinil?

 

Las consecuencias

Aunque la mayoría estima que se suelen coger de dos a cinco kilos, lo curioso, según un estudio hecho en Estados Unidos (Yanovski et al., 2000), es que la mayoría de la población cogería apenas medio kilo extra; pero la población con sobrepeso —en la que me incluyo— cogería más de dos kilos. ¿Entonces no es para tanto?

Pues, aunque no es para dramatizar demasiado, ya que todo tiene arreglo excepto la muerte, sí que es algo que no se puede pasar por alto debido a que ese medio kilo la mayoría de la gente no lo elimina a lo largo del año y se añade a la hucha de kilos adicionales que se suelen acumular en la edad adulta (la famosa «curva de la felicidad… [a corto plazo]»). Por otra parte, en Estados Unidos, país donde se hizo el estudio, no celebran el Día de Reyes, por tanto, no esperes encontrar por allí las kilométricas colas para comprar esos roscones tan sabrosos como calóricos.

Además, no hay que olvidar que la grasa es un tejido metabólico, puesto que nos afecta con respecto a nuestras hormonas (bajando los niveles de testosterona); por no hablar del factor de riesgo que supone tanto para la hipertensión o la diabetes tipo 2 el hecho de tener sobrepeso y aumentar así nuestro perímetro abdominal (esos michelines).

 

Las posibles soluciones

Hay bastante información en la red, no pretenderé por tanto ser exhaustivo al respecto. No obstante, aquí va mi decálogo para estas fiestas:

 

  1. Practica ejercicio físico en la medida de lo posible. A diario, sube más por las escaleras y date más paseos en lugar de coger el coche (aumentar el neat).
  1. No comas por comer: reduce el consumo de polvorones y turrones a lo mínimo.
  1. Limita el consumo de alcohol a los brindis y evita los licores o alcoholes de alta graduación.
  1. No tomes refrescos azucarados. Elige gaseosas, agua o, en su defecto, refrescos sin calorías.
  1. Aumenta el consumo de fibra para saciarte antes: incrementando la ingesta de fruta, verdura y de frutos secos (no fritos) en lugar de los dulces navideños.
  1. Cambia las recetas más calóricas por otras igual de sabrosas pero menos densas desde el punto de vista nutricional (cambiar carnes grasas por magras o aumentar el consumo de pescado).
  1. Duerme bien y evita estresarte.
  1. No te sientas culpable por darte un capricho. Disfrútalo sabiendo que el resto del día te estás alimentando correctamente. Si sabes que vas a cenar más de lo normal, equilibra las calorías a lo largo del día y no te saltes la merienda (para no acabar devorando la cena).
  1. Controla tus calorías ingeridas con aplicaciones como MyFitnessPal, y pésate cada semana.
  1. Procura socializar más y estar menos tiempo en la mesa.

 

Para más información, te recomiendo el artículo de Revenga (21 de diciembre de 2010) de la revista Consumer.

 

Recapitulando

En definitiva, el hecho de vivir en una cultura no es excusa para caer en sus excesos. Por ejemplo, había griegos que adoraban a Dionisio (placeres, orgías y excesos), y otros a Apolo (luz, razón y equilibrio). No digo que tengas que ser un gran virtuoso de la salud ni un ser de luz, simplemente, recomiendo que no hagas cosas que no quieres por presión grupal o porque es lo que hace todo el mundo.

Como sabes, en Sabio Placer defendemos y fomentamos el desarrollo del criterio personal, forjado por el pensamiento crítico y por la sabiduría que nos da el autoconocimiento y las experiencias previas. Por lo tanto, disfruta sin perder el Norte.

 

calorías culturales


Te deseo unas felices fiestas, sabiodisfrutón, y que tengas un enorme 2020
(por cierto, la nueva década comenzará el 1 de enero de 2021; que no te confundan).

 

Referencias bibliográficas

 

 

 

 

 

 

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